Argentina sufrió ante Grecia pero llegó a semifinales

En un partido histórico, el equipo de Sergio Hernández se impuso por 80 a 78 ante los últimos subcampeones del mundo, y consiguió así un lugar entre los cuatro mejores del torneo. Ahora, tendrá que medirse frente a Estados Unidos, que superó 116-85 a Australia.

La selección argentina de básquetbol disputó un choque vital ante Grecia, y se mantiene con vida para alcanzar una nueva medalla en los Juegos Olímpicos. Se impuso por 80 a 78 ante los europeos en un partido muy emotivo

Recordemos que el equipo dirigido por Sergio Hernández arribó al cruce de cuartos en su mejor momento: había ganado sus últimos cuatro partidos y con un alza importante en su juego.

En el arranque del partido, Argentina se topó ante un rival que luchaba todas las pelotas como si fuera la última. Irregular rendimiento de Ginóbili y Scola, mientras que Nocioni mostró su habitual esfuerzo en todos los sectores de la cancha.

A base de triples y buenos movimientos, Ginóbili se recuperó y se puso el equipo al hombro, bien acompañado por algunas apariciones interesantes de Fabricio Oberto y Pablo Prigioni.

En el inicio del segundo cuarto y en un trámite bastante parejo, el ingreso de Carlos Delfino fue fundamental. Sin dudas, Hernández tiene que rotar de vez en cuando y es ideal que Delfino entre a la cancha con todas las luces.

La efectividad de triples del conjunto argentino antes de llegar a la mitad del segundo cuarto era para destacar: 5 de 9, aunque el dato negativo era l gran cantidad de pelotas perdidas. Todavía Nocioni y Scola no estaban finos y esto se reflejaba en el marcador.

El final del segundo cuarto arrojó un 40 a 39 a favor de los europeos. Partido muy friccionado, dejando una manta de suspenso para ver cual de los dos sería el rival de los Estados Unidos. Los griegos mostraron la iniciativa más veces que la Argentina, forzando en todo momento a la defensa argentina que llevó a cabo un rendimiento regular.

Poco a poco, el juego griego fue tomando fuerza en el comienzo del tercer cuarto. Interesantes movimientos de bloqueo de la defensa griega para anular los avances de Nocioni y Scola en busca del aro.

Pocas veces Argentina había estado al frente del marcador en los dos primeros cuartos, mientras que en el tercero arrancó de menor a mayor. Prigioni se lució robando muchos balones para darle un poco de equilibrio al juego del conjunto de Hernández. Al tener la pelota, el conjunto nacional comenzó a revertir la historia principalmente en el resultado, alejándose por momento hasta por cuatro puntos.

Por el lado griego, Diamantidis dejó de tener efectividad en los tiros de larga distancia, gracias a la buena defensa "Albiceleste". Ginóbili armó varias apiladas espectaculares, dejando bien en claro que el fuego sagrado estaba latente en la noche de Beijing.

Con el ingreso de Georgianitis, Grecia buscó ganar más rebotes en el área argentina. El objetivo del corpulento moreno se estaba llevndo a cabo con efectividad, pero de mientras el conjunto de la "Oveja" replicaba con triples de Ginóbili y Scola. Sin respiro, era una verdadera batalla en las dos áreas.

Un dato a tener en cuenta: el desgaste físico. Sobre el final del tercer cuarto comenzaron a notarse a varios jugadores argentinos cansados, como por ejemplo el "Chapu" Nocioni. El ingreso de Román González para darle frescura al conjunto nacional no dio sus frutos, y todo terminó 56-55, esperando el último cuarto con Argentina arriba en el marcador y con muchas expectativas.

El desenlace del partido estuvo plagado de emotividad. El excelente trabajo de Carlos Delfino tanto en defensa como en ataque era para destacar. Con la mano muy caliente, Delfino fue el jugador que anotó más puntos, dejando en segundo plano la buena actuación de Nocioni, quien jugó varios minutos en una pierna por una molestia.

Sin embargo, el conjunto griego no daba tregua. Papalucas exigía en cada ataque, y siempre la diferencia era de tres a favor de Argentina. A pesar del buen funcionamiento en lo colectivo, el conjunto "Albiceleste" no se podía alejar en el marcador y todo era incertidumbre, ya que los europeos estaban al acecho.

A cuatro minutos del final, Carlos Delfino se calzó el traje de héroe y había marcado 18 puntos de manera consecutiva para el equipo argentino. Lejos, el mejor jugador argentino.

Cuando restaba casi un minuto para el final, Argentina se ubicaba 78 a 75, solo a un triple de distancia sobre su rival. Con Delfino, Prigioni, Ginóbili, Scola y Oberto en cancha, los festejos llegaron cuando Manu clavó un dobles histórico para colocar el partido 80 a 75 a favor del combinado nacional.

Sobre el final del encuentro, un triple malogrado por Ginóbili dejó a todos paralizados, porque se vino el contraataque griego. Por suerte para los dirigidos por Hernández, Diamantidis malogró su intento para marcar de a tres y todo derivó en el festejo nacional: 80 a 78 para pasar a semifinales y ahora a esperar por el choque frente al Dream Team de Kobe Bryant y compañía.

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